Hoy, 8 de Marzo el turno de montar y disparar la mascletá le tocaba, como ya es tradición a la “Senyora pirotécnica” Reyes Martí, al mando de la firma que lleva su apellido. Esta empresa, año tras año, y a base de trabajo, esfuerzo y dedicación, ha conseguido un puesto fijo en el calendario fallero, y además ha sabido crear un estilo particular y personal de disparo, que les distingue, y que la gente sin lugar a dudas aprecia. Es lo que tiene jugar con la originalidad, la sorpresa, investigar nuevas posibilidades. Siempre plantean la mascletá como un reto, y eso se agradece y mucho.
Por otro lado hoy merece especial mención un personaje en concreto, un personaje colectivo: el pueblo de Burriana, y su incondicional apoyo a la actuación de esta firma. Ha sido día grande de Burriana en Valencia y día de visita de los Burrianenses, que en gran medida han llenado la plaza y que también lo han hecho, pero de ilusión y emoción.
Como es habitual en los disparos de Martí, todos los truenos vienen envueltos en papel blanco. Este gesto por lo visto la firma lo efectúa en las mascletás “de gala”, y llama la atención por lo bello del montaje, además de hacer patente una vez más la buena relación que tienen las dos ciudades protagonistas del día.
El disparo, entrando ya en materia, ha comenzado como manda la tradición, con traca valenciana, dando paso a unos fuegos aéreos de corte clásico. Este tipo de comienzos como es lo que se viene haciendo desde siempre, por lo tanto predispone a la gente a esperar con atención un desarrollo de los fuegos sin tener en cuenta… el factor sorpresa! En lugar de continuar el goteo lento de truenos y serpentinas, se ha introducido una coreografía digital muy trabajada, sorprendiendo al público, y transportando el fuego por los cuatro lados de la Plaza. Una verdadera “fantasía”, que ha ido a parar otra vez al lado de los principios aéreos, y ha vuelto a tomar la forma tradicional, pero esta vez con más intensidad, preparándonos ya para el fuego terrestre.
Y así han comenzado las retenciones, no sin un marcaje también digital, pero más breve para no quitar protagonismo al transcurso del fuego. El fuego terrestre ha comenzado sin excesos sonoros, lo cual es una ventaja, por que permite que la sensación de crescendo se acentúe. Y así ha ido creciendo poco a poco, pero de forma decidida. Una cosa que ha llamado la atención en esta parte obligada del disparo han sido las descargas de colores muy vistosas. Seguidamente hemos podido disfrutar de un terremoto “ volado ” (más grande de lo habitual por que el todo el fuego aéreo del final se hallaba dispuesto en el lado de correos) que ha ido aumentando progresivamente en sus pasadas.
Hasta aquí, si bien todo ha transcurrido con normalidad, pero con gran precisión, hemos disfrutado de una fenomenal mascletá… lo que pasa es que lo mejor estaba por llegar. El originalísimo bombardeo ha emocionado (incluso ha llegado a arrancar lágrimas, por lo menos en la zona correos, desde la que suelo ver el espectáculo) Basta decir unos datos para hacerse una idea de la magnitud:
En total casi 400 truenos y sobre 380 volcanes de 50mm se dispararon entre los principios y el bombardeo-rúbrica. (afirmó Carlos Granados)
Llegados aquí, no se puede obviar y pasar por alto sin especial mención la profesionalidad y la intuición artística de Carlos Granados Martí, gran diseñador pese a su temprana edad, que ya desde hace años plantea un nuevo concepto de final, una auténtica fase final aérea. Pero este año si cabe, se ha superado, por que ha conseguido que todo ese conjunto de malabarismos (de gran precisión) vayan claramente en sentido creciente; cada movimiento era, aun que rapidísimo, más fuerte que el anterior, y esta pauta aumentaba progresivamente, hasta dejar un pequeño silencio, un momento para coger aire después de “tanta adrenalina”, y hacer que el último golpe tronara de manera inequívocamente conclusiva. El último golpe ha sido una obra de arte en sí mismo: una andanada de truenos en el cielo redonda (sin ni un solo trueno descolgado) y dos rodadas de truenos digitales abajo, todo a un tiempo.
Lógicamente, después de este “trance”, lo único que se podía concebir era el aplauso, la emoción y la alegría. Y así ha sido. Un gran día para Burriana, y para los valencianos en general.
Agradecimientos:
Hoy, gracias a la amabilidad de Jose Manuel Donaire Gil del portal Amigos de la Pirotecnia hemos conseguido colocar una cámara dentro de la "jaula" de fuegos, para poder transmitir en la medida de lo posible el espectáculo desde dentro.
A continuación videos del espectáculo y galería fotográfica.
También pueden acceder al video ofrecido por RTVV pulsando aquí
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